Usted ve las modelos delgadas adornando las portadas de las revistas. Observas a los actores y actrices en la gran pantalla, que parecen no haber subido nunca una libra. Y te preguntas: ¿En qué me diferencio yo? Usted puede sorprenderse al enterarse de que un número de personajes famosos en algún momento tuvieron dificultades para mantener un peso saludable. Pero fueron capaces de conquistar su problema, gracias a una visión saludable, nueva y mejorada de comer.
Puede no percatarse, pero hay cierta psicología de trabajo en la pérdida de peso exitosa. No es de extrañar, entonces, que la revista Psychology Today haya explorado el tema con profundidad. En octubre de 2004, la revista publicó un artículo en su sitio web que detalla las experiencias de Diane Berry, una enfermera, que estudiaba a mujeres que se habían despojado de por lo menos 15 libras, y mantuvieron su pérdida de peso por un promedio de siete años.
Las mujeres compartieron algunas cosas importantes en común. Por ejemplo, todos ellas lograron su pérdida de peso a través de Weight Watchers, lo que significaba que había una firme red de apoyo mientras trataban de mantener su peso. Las reuniones de grupo eran muy importantes, porque aprendieron a reconocer que ciertamente no estaban solas en su lucha por mantener el peso. Las mujeres también fueron bastante inusuales, ya que hasta el 90 por ciento de las personas que han perdido peso, terminan retrocediendo en un plazo de cinco años.
Otro rasgo común de estas mujeres, es que en ellas apareció un modo de experimentar una profunda transformación en el estado de ánimo mientras se efectuaba la transición de adelgazar. Desde todos los indicios, ellas parecían estar deprimidas cuando eran gruesas pero, en su intento de perder peso se ponían de buen humor.
Para estas mujeres, la alimentación saludable se convirtió en un hábito, una costumbre que se negaron a romper. Ellas mismas reconocieron el enorme papel que la psicología juega en la pérdida de peso. Se negaron a ceder a sentimientos negativos de frustración y de negación, y escogieron en su lugar, un sendero positivo . Las mujeres también se hicieron el propósito de pesarse ellas mismas regularmente para poderse trazar su propio progreso.
Ellas reconocieron que el mantenimiento de la pérdida de peso sería una lucha de toda la vida. Sabían que no podrían intentar un programa de pérdida de peso, entonces lo colocaron de vuelta en el estante. Tuvieron que aprender nuevos hábitos alimenticios que pudieran continuar una semana sí y otra no . En algunos casos, ellas compararon su lucha a la de un alcohólico. En otras palabras, reconocieron la gravedad de su problema y tomaron medidas para corregir la situación.
Tal vez el aspecto más interesante en las experiencias de estas mujeres fue el hecho de que su pérdida de peso en verdad implicara un gran esfuerzo. A veces, ellas recuperaban su peso, pero ellas no dejaban que eso les impidiera enfocarse en su meta final. Simplemente ellas visionaban sus contratiempos como desafíos que tenían que superar. Este puede ser la peculiaridad psicológica clave que separa a las personas que han sido exitosas al someterse a dieta de las que no han tenido ningún éxito: "la perseverancia". En esencia, estas mujeres fueron capaces de cambiar sus personalidades de una manera positiva, a fin de lograr sus objetivos de perder peso a largo plazo.
Otro aspecto interesante de este estudio es que demostró que las mujeres que habían experimentado una transformación en la pérdida de peso fueron realmente felices. Esto demuestra el enorme impacto psicológico que la pérdida de peso puede tener en un individuo. Una vez que un individuo está libre de la carga de peso adicional, él o ella están en mejores condiciones para afrontar los retos de la vida . Las personas que se someten a dieta se benefician desde un estímulo positivo, ya que familiares, amigos y compañeros de trabajo les felicitan por la pérdida de peso. De esta forma, perder peso puede ser una experiencia considerable de por vida y puede además conducir a una perspectiva más optimista de la misma.
Cabe señalar aquí, que la psicología de la pérdida de peso es un asunto complicado. No hay un solo ingrediente que puede convertir una persona gorda en una delgada. Sin embargo, reconociendo que existe un componente psicológico para exitosamente perder peso, puede de hecho, ser la mitad de la batalla. Una vez que el individuo reconoce que él o ella están comprometido en una lucha psicológica, él o ella están en mejores condiciones para la batalla. Por la readaptación de sí mismo, de buscar enfoques saludables para una dieta, se puede, en efecto, moldearse a sí mismo también en un nuevo individuo: uno que ya no vive para comer, sino que simplemente come para vivir.
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